Los Diez Mandamientos
Los Diez Mandamientos fueron escritos por Dios en tablas de piedra y luego dados a Moisés en el Monte Sinaí. El registro de los diez mandamientos se puede encontrar en la Biblia, tanto en Éxodo 20:2-17 como en Deuteronomio 5:6-21.
La List de los Diez Mandamientos
- No tendrás dioses ajenos delante de mí.
- No te harás ningún ídolo.
- No tomarás el nombre del Jehová tu Dios en vano.
- Santifica el sábado como el día de reposo.
- Honra a tu padre y a tu madre.
- No matarás.
- No cometerás adulterio.
- No hurtarás.
- No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
- No codiciarás nada que sea de tu prójimo.
El Significado de los Diez Mandamientos
Los Diez Mandamientos son una revelación para nosotros del carácter perfecto y amoroso de Dios y una guía sobre cómo Él quiere que comportemos con Él y con quienes nos rodean. Nos ama tanto que desea que experimentamos su amor al armonizar nuestro carácter con el suyo perfecto. Los Diez Mandamientos son un mapa y una guía para crecer a ser más como Él y para mostrar su amor a otras personas.
Cada uno de los mandamientos es también una promesa, una promesa de un vínculo más profunda con nuestro Creador y con sus creaciones. Son salvaguardas para protegernos de la angustia, la tristeza y el dolor Los Diez Mandamientos son diez principios que conducen a la verdadera felicidad y a la relación amorosa definitiva que Dios desea tener con nosotros.
Los primeros cuatro mandamientos tratan específicamente de nuestra relación con Dios. Los otros seis tratan de las relaciones que nosotros tenemos con las personas que nos rodean cada día. Jesús resumió los diez con la siguiente declaración, “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo” (Lucas 10:27, ESV). Cada acción y cada pensamiento deben comenzar con amor.
Una consideración importante que debemos reconocer es que, por mucho que nos esforcemos, jamás podremos cumplir estos mandamientos por nuestra propia cuenta. Aunque estos principios sean para nuestro bien y para el bien de quienes nos rodean, no podemos, por nuestra propia fuerza, cumplir ni siquiera uno de ellos por nosotros mismos. Jesús dice, “…Separados de mí ustedes nada pueden hacer” (Juan 15:5, RVC). Por eso es Jesús nos ofrece su fuerza y su poder. No nos deja impotentes, intentando lograrlo por nuestra cuenta. ¡No! Nos da el poder para decir, “¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece!” (Filipenses 4:13). ¡A través de Jesús tenemos la victoria!
La explicación de cada mandamiento
1. No tendrás dioses ajenos delante de mí
Referencia bíblica: “No tendrás dioses ajenos delante de mí.” Éxodo 20:3
Explanación: Solo Dios, como nuestro amoroso Creador y Sustentador, tiene el derecho a nuestra reverencia, admiración, y adoración. Ninguna otra cosa o ser creado tiene el poder y la majestad que le pertenecen a Dios. Con mucho amor, nos trajo a la existencia y, por lo tanto, merece nuestro mayor alabanza y lealtad. Si lo amamos, no tendremos ningún deseo de adorar a otros dioses, solo a Él.
A veces, nosotros como humanos, anteponemos otras cosas creadas a Dios. Dedicamos nuestra atención, nuestro tiempo, nuestro dinero y nuestra lealtad a cosas falsas que nos rodean y que requieren nuestra consideración. Pero, como Dios nos creó y nos ama sin reservas, nos ha pedido nuestra primera atención, nuestro tiempo más productivo, nuestra ganancia económica inicial y nuestra mayor lealtad. Cuando le damos estas cosas, lo estamos tratando como el único Dios verdadero de nuestras vidas y como el Dios con el que deseamos tener una relación amorosa.
2. No te harás ningún ídolo
Referencia bíblica: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza [de cosa] que [esté] arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo [soy] el SEÑOR tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, hasta la tercera y cuarta generación, de los que me aborrecen, y que hago misericordia en millares [de generaciones] a los que me aman, y guardan mis mandamientos.” Éxodo 20:4-6
Explanación: Solo Dios, como nuestro amoroso Creador y Sustentador, tiene el derecho a nuestra reverencia, admiración, y adoración. Ninguna otra cosa o ser creado tiene el poder y la majestad que le pertenecen a Dios. Con mucho amor, nos trajo a la existencia y, por lo tanto, merece nuestro mayor alabanza y lealtad. Si lo amamos, no tendremos ningún deseo de adorar a otros dioses, solo a Él.
En su majestad suprema, Dios es demasiado alto y exaltado para que nuestras mentes limitadas lo comprendan plenamente. Esto significa que cualquier intento de crear imágenes o ídolos que se parezcan a Él sería completamente inadecuado e imperfecto. Los objetos de madera, piedra, metal o plástico que representan a Dios nos llevarían a adorarlos a ellos, en lugar del Infinito que nos da la vida y desea nuestro primer amor. Este mandamiento nos ayuda a mantener una comprensión precisa de la naturaleza de Dios al pensar en Él y leer las verdaderas descripciones de Dios y su carácter amoroso que encontramos en la Biblia.
3. No tomarás nombre de Jehová tu Dios en vano
Referencia bíblica: “No tomarás el Nombre del SEÑOR tu Dios en vano; porque no dará por inocente el SEÑOR al que tomare su Nombre en vano.” Éxodo 20:7
Explanación: Como parte de nuestra relación fiel con Dios, recordamos que Él es maravilloso gloria y pureza. Debido a que lo amamos, siempre usaremos su nombre con reverencia y asombro. Solo de esta manera podemos comunicar la santidad de Dios a nosotros mismos y a los demás. Como un Dios santo que nos creó y nos ama, Él merece nuestra más alta adoración. Parte de esa adoración consiste en pronunciar su nombre con reverencia. Al leer en la Biblia acerca de sus increíbles atributos y su maravillosa obra de salvación para nosotros, y al pensar en su gracia y misericordia hacia nosotros, nos sentiremos atraídos hacia una relación más cercana con Él. Como resultado natural de esa relación más cercana, nuestro lenguaje reflejará nuestro amor y respeto por Él.
h2 id="no-other-gods"> 4. Guarda el día sábado (séptimo día de la semana) como el día de reposo
Referencia bíblica: Te acordarás del día del reposo, para santificarlo: Seis días obrarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día [será] sábado al SEÑOR tu Dios; no hagas [en él] obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que [está] dentro de tus puertas; porque en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos [hay], y reposó en el séptimo día; por tanto el SEÑOR bendijo el día del sábado y lo santificó. Éxodo 20:8-11
Explanación: Porque nos ama y quiere pasar tiempo con nosotros, Dios nos pide que guardemos el sábado como día santo para recordar que Él nos creó. El Creador formó todas las cosas en seis días. Descansó el séptimo día y nos pide que hagamos lo mismo. El sábado es un momento especial para recordar que Dios nos creó para amarlo y amar a los demás como Él lo haría. Es nuestra cita semanal especial con el Dios del universo y el tiempo que pasamos durante estas horas sagradas mantiene fuerte nuestra relación con Él.
Guardar el sábado es también una prueba para ver si seremos leales a Él y solo a Él. El cuarto mandamiento identifica a Dios como Señor de toda la creación, el Único que tiene autoridad sobre todas las cosas creadas, y como el Autor de la ley. Esto significa que este mandamiento contiene su sello especial de identidad y autoridad. Elegir obedecer este mandamiento nos identificará como verdaderos seguidores del Señor del cielo y de la tierra.
5. Honra tu padre y tu madre
Referencia bíblica: “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean alargados sobre la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.” Éxodo 20:12
Explanación: Otra ilustración que nos da la Biblia para entender la relación de Dios con nosotros es la de un padre y su hijo. Se preocupa por nuestras necesidades prácticas, así como un padre amoroso lo haría. Quere también que humanos modelen esta relación padre-hijo en nuestras propias familias. Dios da padres a los niños para que sean guardianes y maestros especiales para los años formativos. Estos padres y madres merecen nuestro amor y respeto por la responsabilidad que Dios los ha dado. Deben enseñar a sus niños a honrar y obedecer a Dios. A cambio, los hijos deben honrar y obedecer a sus padres, mostrándoles cuidado y protección a medida que envejecen.
Este mandamiento es también el primer mandamiento con promesa (Efesios 6:2). Al honrar y amar a sus padres, los hijos tienen la promesa de una existencia más feliz en esta vida y una vida eterna, llena de alegría con Dios en la tierra nueva.
6. No matarás
Referencia bíblica: :“No matarás.” Éxodo 20:13
Explanación: Debido a que Dios nos ha mostrado su amor perfecto, y debido a que Él quiere que difundamos ese amor a los demás, no tendremos ningún deseo de acabar con ninguna vida que Él haya creado. Más aún, querremos promover la vida y ayudar a las personas que sufren por la falta de alimentos, medicinas y necesidades físicas básicas.
Y como estamos en una relación amorosa con Dios, incluso nuestras palabras estarán libres de ira y violencia. Jesús, durante su tiempo en la tierra, amplió el significado del asesinato hasta incluir incluso el enojarse con tu hermano (Mateo 5:22). Ser discípulos amorosos de Dios significará que nuestras palabras y actitudes hacia los demás serán amables y gentiles, mostrando siempre el amor de Dios.
7. No cometerás adulterio
Referencia bíblica: ““No cometerás adulterio.” Éxodo 20:14
Explanación: Cuando Dios nos enseña a amar como Él, querremos proteger las relaciones más cercanas a nosotros. Querremos proteger nuestros matrimonios de actos inmorales e incluso de pensamientos inmorales. Romper los votos matrimoniales causa un profundo dolor y sufrimiento a ambas partes y a todos los demás miembros de la familia o hijos involucrados. Dios quiere protegernos de estas consecuencias negativas. Más aún, Él quiere que tengamos relaciones sólidas y satisfactorias con nuestros cónyuges, así como Él quiere tener una relación sólida y satisfactoria con nosotros.
Nuevamente, cuando estaba en la tierra, Jesús amplió el significado del adulterio al enseñar que incluso lo que nuestros ojos ven y lo que nuestros corazones desean puede romper el vínculo matrimonial (Mateo 5:28). Los seguidores de Jesús que quieran imitar la relación desinteresada y amorosa que Dios nos muestra como modelo querrán proteger incluso sus pensamientos de la impureza. Tal pureza y amor, tanto en pensamiento como en acción dentro del matrimonio, conducirán a relaciones duraderas que reflejen el amor puro de Dios y sean una bendición para los demás.
8. No robarás
Referencia bíblica: No robarás. Éxodo 20:15
Explanación: Al vivir la relación amorosa que Dios quiere tener con nosotros, no desearemos tomar para nosotros algo que pertenece a otra persona o a Dios. Robar puede romper las relaciones terrenales que Dios quiere que cultivemos, y robar puede crear desconfianza entre nuestros amigos y vecinos. Por otro lado, la honestidad total creará atributos de confianza, afecto, responsabilidad y respeto por uno mismo.
La honestidad estricta en todas las transacciones, ya sea en el tiempo, en la realización de exámenes, en el pago de deudas, en las transacciones comerciales o en la compensación salarial, es la forma en que los hijos de Dios actuarán para mostrar su estrecha relación con su Padre amoroso. La honestidad será una forma de extender el amor que hemos recibido de Dios a todas las relaciones que nos rodean.
9. No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
Referencia bíblica: “No darás falso testimonio contra tu prójimo. Éxodo 20:16
Explanación: Ser honestos con nuestras palabras es tan importante como ser honestos en nuestra manera de actuar. En el contexto de nuestra relación amorosa con nuestro Padre celestial, procuraremos hablar la verdad sobre nuestros vecinos, conocidos, amigos e incluso los que no conocemos. No querremos engañar a los demás ni exagerar la verdad.
Como seguidores de nuestro Padre celestial, también evitaremos cualquier intento de dañar la reputación de otro ser humano. Incluso ocultar la verdad puede perjudicar el buen nombre de alguien y convertirlo en víctima de chismes y rumores. Tratarnos unos a otros con palabras sinceras y conversaciones amables solo puede ayudar a mejorar nuestras relaciones diarias y la conexión que disfrutamos con nuestro Dios.
10. No codiciarás nada que sea de tu prójimo
Referencia bíblica: “No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que sea de tu prójimo”. Éxodo 20:17
Explanación: Este mandamiento llega directamente al origen de muchos pecados humanos. La mayoría de los pecados se cometen porque queremos o deseamos algo que no tenemos o no podemos tener. De ahí se derivan pecados como la calumnia, el adulterio, el robo, la mentira e incluso el asesinato, todos ellos motivados por el deseo humano de cosas o realidades más grandes y mejores que las que ya disfrutamos.
Desde la perspectiva de nuestra relación amorosa con nuestro Padre Dios, podemos confiar en Él para todas nuestras necesidades temporales, físicas, emocionales, mentales y sociales. Al confiar en Él, no necesitaremos desear poseer las cosas que otros tienen ni sentir envidia de las experiencias que disfrutan. Cuando aprendamos a estar contentos con la vida de gracia y misericordia que Dios nos ha dado, ya no perderemos el tiempo anhelando cosas o experiencias que no nos pertenecen. Nos sentiremos plenamente completos y felices una vez que reconozcamos de dónde nos ha rescatado nuestro Salvador y adónde desea llevarnos: un cielo y una nueva tierra tan perfectos que todos nuestros deseos se cumplirán por completo, especialmente el de vivir con Él eternamente.
Los 10 Mandamientos de Éxodo 20:3-17 (RVR1960)
- No tendrás dioses ajenos delante de mí.
- No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
- No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.
- Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.
- Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.
- No matarás.
- No cometerás adulterio.
- No hurtarás.
- No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
- No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.